Cuando escuché a las canciones, me sorprendieron que los cantautores cantan con tanto emoción. Pienso que Jacques Brel cantó su canción “Ne me quitte pas” con mucho pasión especialmente. Su cara era expresiva y él tenía buen control de su voz  que añadió al efecto.

            En el canción “L’auvergnat” por Georges Brassens aunque las letras tienen ejemplos de personas buenas, pienso que el mensaje total era triste porque la mayoría de la gente no le ayudaron. Pero, Brassens podía dar gracias a las personas en su vida que hicieron una diferencia.

            A mí me gusta la canción “Non, je ne regrette rien” por Edith Piaf. Como los otros cantautores, cantó con emoción. Pienso que sus letras eran muy poéticas, por ejemplo la línea que dice, “Barridos los amores y todos sus temores. Barridos por siempre comienzo de cero.”    

            Cuando yo escuché al canción final “Les feuilles mortes” por Juliette Greco podría ver en mi cabeza claramente la imagen de las hojas muertas. A mí me gustan que las hojas muertas representaron memorias pasadas. Como es evidente en su música, Greco sentía sus letras en su cuerpo—“Me corren por las venas hasta la punta de los dedos.”

Era útil leer los biografías de los cantautores en el artículo “La memoria sentimental del siglo XX.” No supe que era una película sobre la vida de Edith Piaf. Pensé que el comentario por Piaf sobre Brel era cómico que “un hombre no debería cantar esas cosas.”  Es increíble que hay cincuenta libros sobre Georges Brassens, pero él no recibió honores para su música en su tiempo. También, es interesante que la ropa de Juliette Greco inspiraran la ropa de otras chicas. Su ropa distinta la ha hecho icónica.